Impulsaremos un servicio público ágil, poco burocrático, sostenible y eficiente, poniendo en el centro a las personas y a las empresas. Hay que modernizar definitivamente el ayuntamiento de Almonte, no basta con ser transparente y publicar algunos documentos como el presupuesto, una pequeña relación de los contratos y las nóminas atrasadas de los concejales, sino que también se deberá abrir los datos municipales y rendir cuentas. La Administración practicará en todo momento una escucha activa.
La gestión pública tiene que ser cada vez menos institucional y más relacional, en un tablero de ajedrez en el que las piezas serán los políticos, los funcionarios, las empresas, las asociaciones, los estudiantes, los emprendedores…
En definitiva, una Administración cercana, eficaz, del siglo XXI.