La gestión de un Centro de Salud depende de la Junta de Andalucía; un Ayuntamiento no tiene competencia directa sobre el centro. Pero es evidente que la influencia y la presión que puede ejercer, en este caso, el Ayuntamiento de Almonte para que los almonteños tengamos una adecuada atención sanitaria, es indudable.
Y tenemos que decir, bien alto y claro, que no se está haciendo nada.
Se permite, se acepta, se consiente y se mantiene una absoluta pasividad ante carencias que ponen en peligro la salud de todos: no se cubren las bajas de larga duración, no hay pediatra, el material para curas es insuficiente, y, sobre todo, es muy necesario aumentar el número de profesionales y de consultas.
En cuanto al mantenimiento del edificio existen también deficiencias importantes: goteras, tuberías y baños en mal estado, problemas eléctricos o falta de contenedores.
Solo pedimos que el Ayuntamiento de Almonte reivindique de manera contundente que esta situación se normalice.