Hace 8 años estuve en la sala de protocolo el día de investidura y sentí miedo, vergüenza y tristeza. Vi como vecinos de mi pueblo sin escrúpulos se mofaban de ti. Vi odio en sus ojos y como perros rabiosos gritaban libertad, una libertad que ellos mismos se habían prohibido durante 20 años.
Ese día salieron por fin a tomar café todos tus antiguos detractores, y muchos otros se cambiaron la camisa inmediatamente. ¿Pero sabes qué más vi? COBARDÍA.
El rotundo silencio que se escuchó cuando saliste del Ayuntamiento de la mano de tu mujer me consoló, porque ahí me demostraron lo cobardes que eran y lo grande que eres tú. Hoy he vuelto a estar, y hoy mi sentimiento es la decepción, la decepción del ser humano. No concibo lo que ha ocurrido, pero mi consuelo de nuevo ha sido la respuesta del pueblo hacia ti y hacia todo el grupo de ILUSIONA a la salida.
Siéntete feliz. Ánimo y para adelante.
Un fuerte abrazo, Paco.